Translate

martes, 24 de marzo de 2020

Salmos 27





“Jehová es mi Luz”
Jehova es mi luz
Dios es Luz

¿Cuántos casos de Femenicidios han ocurrido esta semana en el país? ¿Cuántas manifestaciones pro Abortos se han realizado? ¿Cuantos han muerto víctima de atracos esta última semana? ¿Cuántas manifestaciones pro agenda de género tenemos los últimos días? Etc. 
Es como que el reino de las tinieblas iba muy rápido y El Sabio Dios se acordó de su pueblo en la tierra y dijo: Aun no.
Esta mañana mientras hacia el devocional con mi esposa e hijos, ella Buscó su salmo preferido, salmos 27. 
Mientras ella leía, yo meditaba en estas cosas:
*      El verso 1. dice: Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

Salmos 27:1.   En medio de la oscuridad que el mundo está, en medio de un mundo que le ha dado la espalda a su creador. Dios está hablando, aunque el hombre no quiere escuchar, Dios sigue hablando. 

Como creyentes, debemos estar claros de dos, cosas entre otras, que nos dice el salmo 27:
1) Que Dios es nuestra luz de salvación. En contraste a la oscuridad de perdición que vive el mundo, Dios es la Luz verdadera y única que alumbra a través de su Hijo Unigénito, Jesucristo.  Aunque andemos en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno (Salmos 23), Él es nuestra Luz. El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, Colosenses 1:13, su Reino de Luz. Pueden venir las pruebas, pero que no haya temor en nosotros, pues Él es la Luz de nuestra salvación. Hemos sido comprados a precio de la Sangre Bendita del Señor Jesucristo para que hoy gocemos de la Gracia y la misericordia de Dios. En la oscuridad nos acecha el peligro, el mal, la traición, las dudas, la muerte eterna. Pero, en la luz no existen esas cosas, hay seguridad, el bien, fidelidad, fe, vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.  

2) Él es la fortaleza de mi vida. Cuando llega el momento de la guerra, si estas en el campo abierto sin refugio, sin ciudad amurallada, sin protección, seguro eres una presa fácil para el enemigo. Por eso, se construían fortalezas con grandes muros, ciudades amuralladas altas, con torres, pues así, al tiempo que se protegían del enemigo, podían tener ventajas ofensivas (en la guerra las posiciones altas son de ventajas, "quien domina el cielo gana la guerra"). Estemos confiados, pues nuestra protección no viene del hombre, ¡no viene de nuestras casas... ¡nuestra protección viene del Dios de las fortalezas! Estamos en un lugar privilegiado, miren lo que dice el Señor en Juan: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. Juan 10:27-30, pero el apóstol pablo dice inspirado por el Espíritu: aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efesios 2:5-7.  
Amados, ¿entendemos esto? ¿Entendemos que estamos sentados en lugares celestiales? Que estamos en las manos del Señor en las manos de Dios?, realmente, ¿entiendes que perteneces al Señor y que nadie te puede arrebatar de sus manos? o ¿habrá un lugar más seguro que en las manos de Dios? 
Si de verdad entendemos esto, entonces dígale adiós al temor, ¿sentiremos dolor? es posible pues somos humanos, ¿pasaremos por momentos difíciles? ¿Tendremos pruebas en que sentiremos que nuestras fuerzas no dan? por supuesto, pero que jamás dudemos de lo que dice salmos 46:1-2. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah” 
Este mismo salmo 10-11 dice: Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah. 
Que el Señor nos ayude a confiar en Él, sin importar las circunstancias, recordar que: Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Salmos 27:1. Dios les bendiga...

Por: Daniel Paulino.  Templo Bíblico E. Libertad, RD.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario