Todos conocemos la historia de Adán y Eva, está en Génesis el primer libro de la Biblia, donde allí se relata como Dios con su voz dijo: hágase la luz y se hizo la luz y después de crear todas las cosas creó al hombre a imagen de Dios lo creó con intelecto, emoción y voluntad, es decir, con capacidad de pensar, de sentir y de decidir.
En el Huerto del Edén donde estaba el hombre y la mujer también estaba
Dios con ellos y tenían para si todo lo que allí había, menos una cosa. No podían tomar
del fruto del bien y el mal, solo eso.
Ellos gozaban de una comunión con Dios, dice la palabra que Dios se
paseaba en el jardín su presencia estaba con ellos.
Pero el hombre desde sus inicios siempre ha querido ir fuera del perímetro del peligro de ese aviso que dice: no pase!
Fue así como un día Eva que estaba caminando por el huerto vio un árbol
que era dice la biblia en génesis 3:6-7
Agradable a los ojos y codiciable.
Y ella engañada por la serpiente que era Satanás, hizo
estas 4 acciones:
1.
Vió: que era agradable.
2.
Tomó: tomó posición o se adueñó de eso.
3.
Comió: lo probó, lo hizo suyo.
4.
Dió: contaminó a otros.
Estas cuatro acciones las tomamos día a día, sin evaluar las consecuencias
pecamos a cada momento sin detenernos a evaluar si esto es o no correcto o si
es para bien o mal.
Es muy fácil culpar a Eva y decir mira como pecó si ella tenía todo y
tuvo que tomar eso que era lo único que le prohibieron.
Pero y tú
qué harías? O que hubieras hecho en ese mismo escenario el cual día a día vivimos,
somos tentados por el mundo y las cosas que nos ofrece, un empleo que anhelo
que es agradable a mis ojos y bolsillo pero en el cual tengo que mentir o hacer
fraude para poder estar bien con la empresa, o un examen que debo pasar y hago
trampas en vez de hacer lo correcto o quizás te encuentras en una relación y estás
viendo a otra persona agradable a tus ojos que no es tu pareja…
Es ahí cuando debemos ver las consecuencias venideras, Adán y Eva al
desobedecer a Dios tuvieron como consecuencia La vergüenza (8-10) y la
separación. Fueron sacados del huerto, alejados de los privilegios que tenían.
Es ahí en medio de esas decisiones importantes y que a veces llegan tan
imprevistas de la nada, es allí donde debemos evaluar si nos conviene o no y
principalmente si agrada o no a Dios eso que voy o estoy pensando hacer o
ejecutar.
Que no tomemos la decisión que tomaron ellos vieron, tomaron, comieron y dieron, porque muchas veces las
consecuencias no son solo para nosotros, sino que con nuestras malas decisiones
arrastramos a seres queridos o personas inocentes las cuales sufren las
consecuencias sin tener la culpa.
Cuando vayas a tomar una decisión. Primero hazte la pregunta. Esto
agrada a Dios, es para mi bien, alguien más se verá afectado?
Cuestiona cada paso que des y siempre buscando
glorificar a Dios en cada área de tu día a día.
Salmo
25:14
La comunión intima de Jehová es con los que le temen,
y a ellos hará conocer su pacto
Por: Carolina Alexandra Collado Rodríguez, Templo Biblico Ens. Libertad, RD
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